Quizá no te suene ni el nombre de Mª Cristina del Pino Segura ni de Pinito del Oro. Es el momento de saberlo.
Mª Cristina del Pino Segura nació en Las Palmas de Gran Canaria el 6 de noviembre de 1930. El Circo Segura, propiedad de su familia, se encontraba en la isla cuando ella llegó al mundo.Los viajes interminables por carreteras sin asfaltar y las largas ausencias fueron las constantes de su niñez. Su padre, un hombre sin ninguna tradición circense, se había unido en su juventud a un grupo de titiriteros y desde entonces su vida y, posteriormente la de once de sus diecinueve hijos, sería el circo.
Lo que nada hacía presagiar es que la pequeña de la familia, la más apegada a su madre sería quien escribiría el apellido Segura en letras doradas como las pseudónimo con el que dio la vuelta al mundo: Pinito del Oro.
Con 12 años debutó haciendo equilibrios con una sombrillita en la mano. Un número del que se avergonzaba. Era demasiado tímida para ver al público tan cerca. Fue una tragedia terrible la que empujó a la pequeña de los Segura a probar suerte en lo que sería su especialidad definitiva, el trapecio. Viajaban de Málaga a Sevilla, donde la troupe iba a actual en la Feria, cuando una lluvia ligera hizo volcar el camión. En el accidente perdieron la vida dos de sus hermanos, entre ellos, Esther, la hermana mayor, la trapecista.
La muerte de su hermana, cuyo trapecio conserva bajo su cama, cambió para siempre el destino de quien llegaría ser la reina del Trapecio. Cristina comenzó un durísimo entrenamiento, ignorando las bromas de sus hermanos y el escepticismo de sus hermanos. Aferrada únicamente al trapecio, su perseverancia y esfuerzo comenzaron a tener recompensa. Ante la incredulidad de sus hermanos, Pinito empezó a destacar. En 1948 tuvo su primer accidente en Huelva, el más grave de su vida, del que milagrosamente se salvó. Una rotura de cráneo y un derrame cerebral la mantuvieron ocho días en coma y estuvieron a punto de terminar con su incipiente carrera.
En las navidades de 1950, estando en Valencia, un representante de del famoso circo americano de los Ringling Bross, el circo de los circos, quedó fascinado por la bellísima joven de larga melena y ojos rasgados. Un contrato con un circo americano y un viaje a EEUU era más de los que Pinito del Oro podía soñar.
Pero estamos en la España de mitad de siglo XX, una mujer no tenía la libertad de viajar sola a otro país ni con un contrato de trabajo. A pesar del disgusto de su padre, Cristina encontró un novio dispuesto no solo a convertirse en su flamante marido, sino a aprender el duro oficio de sujetar la escalera del trapecio y seguir su movimientos desde la pista. Juntos volaron a EEUU y se instalaron en Nueva York. El flechazo fue inmediato. América conquistó a la artista y el público americano se entusiasmo ante “el ángel español”, una artista innovadora en el trapecio de equilibrio y de vuelo que actuaba sin red de seguridad.
Casi nueve años permaneció en EEUU. en 1952 Cecil B. De Mille la contrató para una película sobre el mundo del Circo “El Mayor Espectáculo del Mundo” donde doblaba a Betty Hutton. Europa la reclamaba y regresó en olor de multitudes, como una auténtica estrella. Sus triunfos dieron tanto que hablar como sus accidentes, algunos casi mortales, como el que tuvo en Suecia en 1958. En ese momento Pinito necesitaba para y se retiró, sin embargo, en 1968 anunció su vuelta a las pistas. El tiempo había pasado, pero ella seguía desafiando las leyes de la gravedad. Volaba a casi 30 metros de altura, mantenía el equilibrio subida en una silla que solo apoyaba una de sus patas. El público se paralizaba.
El 21 de agosto de 1968, en Laredo, Pinito del Oro voló más de la cuenta. Recuerda que rozó con la punto de los dedos la cúpula del circo y después se estrelló contra la pista central. La noticia de su gravísimo accidente conmocionó al país. Dijeron que nunca más podría actuar. Se equivocaron. Unos meses más tarde, volvía con el que sería su último espectáculo. En la mítica pista del circo Price de Madrid del 28 de febrero al 12 de abril de 1969 Pinito del Oro puso el broche a su carrera.
María Cristina Segura vive en la actualidad en Las Palmas de Gran Canaria y en el Museo estamos tremendamente orgullosos de contar con su figura: